miércoles, 22 de febrero de 2012

Capitulo 15.


Marqué el número de Dani con la esperanza de que fuera mejor que con carlos.
- Hola Daniel.
- Hola
- Tío, ¿Estas enfadado?
- No.
- Ese no ha sido muy seco.
- Pues es el único no que tengo.
- Joder Dani, lo siento, y Ari lo siente más.
- Vale…
- Dani.
- ¿Qué?
- Puedes venir esta noche a casa?
- ¿Para que? No.
- Daniel por favor.
- Bueno, no se, ya veré.
Colgó.
- ¿Te ha dicho que va a venir?- Me preguntó Ari.
- No lo sabe, si le apetece…
Dieron las diez y alguien picó al timbre.
- ¡Alba!- Gritó Ari.- ¡Es Dani!
Me levanté del sofá corriendo y fui a mirar. Al final había venido.
- Hola- Dijo cuando llegó a la puerta.
- Pasa.- Dije.
Ari estaba sentada en el sofá y sonreía a Dani, pero él no se la devolvió.
- Aún no se por qué he venido… A ver ¿Qué queréis?
- Queremos solucionar lo que hemos…- Miré a Ari.- Lo que he estropeado.- Acabé.
- ¿Y porque me llamas a mi?
- A uno de los cinco teníamos que llamar, y tu eres el que mejor se lleva con los dos.- Dije.
- Y a parte Carlos no podía venir, y Blas y Álvaro no van a solucionar nada.- Añadió Ari.
- Y David, pobre, no está enterado de nada.
- Bueno ¿Y que hago yo?
- Primero meterles en la cabeza a todos que no se enfaden con nosotras. Cunado eso esté hecho, todo irá sobre ruedas.
- Tu te hablas con todos ¿no?- Preguntó Ari.
- Menos con Álvaro… Solo se habla con David.
- Bueno, pero Álvaro con nosotras no está enfadado…- Dijo Ari.
- ¿Podrías quedar con todos, sin que ellos lo supieran y yo quedo con Álvaro? Tenéis que hablar.
- Vale… Bueno, ya hablaré con David, y os decimos algo.
- ¿Te quedas a cenar?- Dijo Ari.
- No, cenaré luego con Carlos.
- Pero si Carlos está con Mónica.
- Ya, me voy con ellos.
- Aguafiestas.- Dije guiñándole un ojo.
Sonrió.
- ¿Entonces todo bien?- Dije tendiéndole una mano.
- Todo bien.- Dijo tirando de mi mano hacia él y dándome un abrazo.
Y luego fue a por Ari. La miró fijamente y empezó a reírse.
- Tu también tienes buena cara.- Bromeó ella.
- ¿He dicho ya que me voy?- Dijo dirigiéndose hacia la puerta.
De pronto a Dani le sonó móvil. Era la hora de avisar a Laia, tecleé tan rápido como pude.
Sonreí satisfecha. Dani puso mala cara.
- ¿Quién era?- Pregunté.
- Carlos me ha dado la patada, no cenaré.
Después mi móvil sonó. Esta vez era Laia.
- Dime Laia- Dani me miró.
- ¿Tendré mi cita con Dani?
- SI, claro, ven a cenar a mi casa.
Colgué y sonreí.
- Mi prima viene hacia aquí Ari.- Miré a Dani- ¿Te quedas a cenar o te quedas a cenar?
- Mataré a Carlos por esto.
- Estupendo.- Sonreí.- Que quieres cenar ¿Pasta o ensalada?
- Ensalada de pasta.- Suspiró.
Media hora más tarde llegó Laia. Ari y yo nos encerramos en la cocina.
- ¿No crees que esto da mucho el cante?- Me preguntó Ari.
- Díselo a Carlos- me reí.- Laia me debe una. ¿Dónde está la sal?
- No tenemos sal.
Miré mi plato de comida añadiendo mentalmente un, “deberíamos tener sal”. Cuando me giré vi a Ari escuchando en la puerta.
- Dani le está contando lo de Carlos.- Me dijo sin preguntar.- Laia se ríe.
- ¿Por qué eres tan masoca?
- No soy masoca. ¿Por qué lo dices?
- Deja de escuchar lo que dice Daniel.
- Ya estamos.- Dijo dejando de atender a lo que pasaba fuera. Además eres tu la que los ha llamad a los dos. Y deja ya de decirlo, que a mi Dani no me gusta.
- Yo no he dicho que te gustara, has sido tu.- Dijo sonriendo.
En ese momento Dani entró. Ari se lo quedó mirando.
- Bueno que, cenamos ya ¿o no?
Cenamos. Laia miraba a Dani, y Ari de vez en cuando miraba a esta con recelo. Y mientras yo observaba el móvil en busca de noticias de Álvaro.
Al terminar de cenar estuvimos un tiempo hablando y después se marcharon los dos.
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Me desperté a las cuatro de la tarde de tantos días  que llevaba durmiendo poco, lo necesitaba. Salí al comedor y estaba Alba en el sofá viendo vídeos de Robbie Williams mientras tecleaba en el móvil. Saludé con la mano pero no hizo ni caso.
Cogí el mando para cambiar de canal.
- ¡EEEEEEEH! Deja eso ahí.- Gritó.
- Ahora si me ves ¿no?
Dejé el mando.
- Ya era hora de que te despertaras. En dos horas hemos quedado con Ana y Andrea.
- Verdad.- Dije suspirando.- ¿A que viene esa cara?
- ¿Esa cara?
- Si, esa sonrisa tonta. ¿Álvaro no?
- Esque ya he quedado con el, para eso de vernos todos. De aquí a dos días, en el Starbucks.
- ¿En el Starbucks?
- Si, como empezó todo.- Dijo riendo.
- ¿Hace falta que vaya?
- Mueres por venir a ver a Daniel y Blas.
- Pesada.
- Me guiñó el ojo, subió el volumen de la tele, se puso de pie encima del sofá y empezó a bailar y a gritar cantando.
- ¡LEEEEEEEET MEEEEEE ENTRETAIN YOOOOOOOU!
Resoplé y me dirigí hacia la cocina, dejándola motivada en el sofá.
Media hora más tarde salí de nuevo al comedor. Alba estaba con el ordenador riéndose sin parar.
- ¿Ya te has cansado de bailar?
Seguía riendo sin hacerme caso.
- ¿Qué ves?
- A uno de tus dos amores.
- De verdad, que pesada eres ¿Eh? ¿Quién de los dos es?
- Blas, ya no me acordaba de su actuación cuando era pequeño en eurovisión.
Se levantó dejando el ordenador en el sofá.
- Una lágrima al viento, un vacío en el alma…- Comenzó a cantar, imitando a Blas mientras lloraba de la risa.
Resoplé. Hoy iba a ser un día muy largo.

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