Eran las doce de la noche. Había
estado toda la fiesta con Álvaro y no me había enterado de nada más. Ni
siquiera sabía que estaba haciendo Ari, así que aprovechando que Blas
acababa de llegar a la cocina para hablar con Álvaro, fui a buscarla.
En el comedor no quedaban ya más de
diez personas. David y Montse estaban liándose apoyados en la pared. Reí. Carlos
estaba sentado en el sofá probando el Ipad que le acababan de regalar. Inma
hablaba con dos chicas en un rincón.
Pero Dani y Ari no estaban.
Me acerqué a Carlos.
- Ey, eres el alma de la fiesta ¿eh?
- Hola...- Dijo sin mirarme.
- ¡Hazme caso tonto!- Le dije
quitándole el Ipad.
- ¿Que quieres, fea?
- ¿Has visto a Ariadna y Daniel?
Miró por la sala, para ver si los
veía, luego añadió:
- No.
Entonces le sonó el móvil.
- ¡Dani!
- ...
- ¿Que? ¿Y entonces como vuelves?
- ...
- Si, está a mi lado.
- ...
- Voy.- Dijo. Y luego se dirigió
hacia mi y me dio el teléfono.
- Hola, Daniel. ¿Donde estáis?
- Soy Ari. Dani me ha traído al
hotel pero acaban de cortar la calle por un accidente que ha habido y no puede
salir con el coche. Vais a tener que volver en tren.
- ¿Como? Mierda. Vale, te dejo, voy
a buscarme la vida.
Le pasé el
teléfono a Carlos, y como no, fui en búsqueda de Álvaro.
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A los cinco minutos de llegar al
hotel, hubo un accidente y cortaron la calle. Si quería volver, Dani tendría
que ir en tren. Pero Alba y Montse, tenían el mismo problema, solo que
aumentando las consecuencias.
- Dani, ¿vas a volver en tren?
- Que remedio.
- ¿Y esta lejos la estación?
- A quince minutos de aquí y media
hora de casa de Álvaro.
- ¿Porque no te quedas a dormir
aquí? Sobran dos camas en mi habitación. Con que mañana nos levantemos a las
seis, dos horas antes de lo previsto, podemos ir a buscar a estas y volver sin
que nadie se dé cuenta.
- Me vendría bien dormir... Aunque
solo fuese por unas horas además mañana tengo que trabajar.
- Exacto. A las seis pongo el
despertador.
Subimos, y sin encender las luces ni
hacer ruido, por no molestar a Laura, entramos en la habitación.
Oí un golpe.
- MIERDA.- Chilló Dani.
Laura se despertó, y encendió la luz
alarmada. Vi a Dani en el suelo, retorciéndose.
- ¿Que ha pasado?- Dije acercándome
a él.
- Me he dado un golpe en la rodilla.
Me duele mucho,
Le ayudé a levantarse y se sentó en
la cama de Alba.
- Ejem. Estoy aquí.- Dijo Laura.
- Laura, este es Dani, amigo de
Blas, me ha traído aquí de la fiesta y han cortado la calle, no puede coger el
coche.
- ¿Y Alba y Montse?
- En casa de Álvaro... Iremos a
buscarlas a las seis.
- Sois unos inconscientes, sin dos
dedos de frente.- Dijo, y volvió a dormir.
- Ari, Alba no sabe a que hora vamos
a ir a buscarle, estaría bien llamarles.
- Llama tú, tengo que ir al baño.
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Estaba ya de los nervios. Montse,
David, Álvaro y yo estábamos discutiendo como podíamos volver al hotel. La
estación estaba a media hora andando, y el taxi nos saldría por un pastón
además las calles estaban cortadas.
Carlos seguía con su Ipad, y de vez
en cuando soltaba alguno de sus comentarios. Inma y Blas estaban en el sofá,
besándose. De vez en cuando Inma miraba a Álvaro y el la evitaba. De hecho,
llevaba toda la noche evitándola.
Mi móvil sonó.
- Alba, soy Dani, a ver, quedaros a
dormir ahí, si a Álvaro no le importa y mañana a las seis estamos allí y os
traemos al hotel. ¿Si?
Repetí en voz alta lo que Dani
acababa de sugerir y busqué la aprobación de Álvaro.
- Si. Hasta mañana Daniel.
- ¿Está Ari con Dani?- preguntó Blas.
Le miré mal. Y Carlos apartó la
mirada de su Ipad, para centrar sus ojos en Blas.
- Si. Se quedará a dormir allí con
ella.- Dijo picándole. - ¿No lo has oído?
Nadie dijo nada más.
- Blas, amor, vámonos ya. Estoy
cansada. - Dijo Inma.
- Vamos. ¿Vienes Carlos?- Dijo
levantándose del sofá.
- No. Me quedo. Que Álvaro me
quiere, y me acoge.- Dijo riendo, y, para variar, sin apartar la mirada del
Ipad.
- Bueno, pues os acompaño abajo
hasta que venga el taxi.- Dijo Álvaro.
Y salieron los tres.
- ¿Porque te has puesto así con
Blas?- Le dije a Carlos.
- ¿Así como?
- Así, Carlos, así. Con mala cara.
- No era mala cara.
- ¿Pasa algo?- Insistí.
- ¿Que tendría que pasar?- Dijo
mirándome.
- No sé. Estáis todos raros cuando
está Inma delante.
- Pues no pasa nada. Son paranoias
tuyas.- Se levantó y se dirigió hacia la cocina.
David y Montse observaban la
situación sentados en el otro sofá.
- Vosotros habéis hecho buenas migas
¿eh?
Se miraron y rieron. Luego se
besaron.
- Si...- Dijo Montse sonrojándose.
- Bueno, me voy. Que la moto está
ahí que me echa de menos. Ya nos vemos guapas.- Dijo David.- ¡Me voy
Chaaaarlie!- Gritó.
- Adióóóós imbécil.- Se oyó.
Y salió de casa, al mismo tiempo que
Álvaro entraba.
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