Los días siguientes Alba y yo no dejamos de hablar de Blas y
Álvaro para variar, porque cuando se nos metía algo entre ceja y ceja no
dejábamos de hablar de eso hasta que encontrábamos otro tema del que hablar.
Al final decidió llamarlo, se encerró en el cuarto de baño,
y cerró la puerta con pestillo. Al cabo de unos minutos salió con una sonrisa
de oreja a oreja.
- ¿Qué te ha dicho?- Le pregunté, pero no sirvió de nada
porque enseguida se puso a chillar como una histérica, tal y como hacía
siempre.
Así que respiró hondo y dijo
- Mañana hacen un concierto en Barcelona.
- ¿Y eso que quiere decir?
- Eso quiere decir que nos han invitado, y me ha dicho que
el de seguridad nos dejará pasar si vamos las últimas.
- ¿Pero qué pintamos nosotras en su concierto, si ni
siquiera sabemos que cantan y casi no les conocemos?
- ¿Y qué más da?-Dijo sin dejar de sonreír- ahora ya tengo
una excusa para hablar con él, y además no me negarás que tu no quieres ver a
Blas.
- Eso no tiene nada que ver.- Le respondí sin poder evitar
sonreír, la verdad es que verlo no me importaría en absoluto - Además el
concierto estará lleno de fans histéricas con sus nombres pintados en la cara,
y camisetas con sus fotos, persiguiéndolos y gritando, así que no tendrás
tiempo de hablar con él.
- Vamos a ver, - Dijo suspirando - si nos han invitado es
porque nos dejarán pasar al backstage, y además Álvaro me ha dicho que después
le podré invitar a tomar algo. – Ella seguía hablando sin dejar un solo segundo
de sonreír - Y eso quiere decir que sí que
podremos hablar con ellos.
Se dirigió a su habitación mientras decía - Además digas lo
que digas esa vez no me harás cambiar de idea, y sé que tienes las mismas ganas
de ver a Blas que yo a Álvaro.
Ya todo estaba perdido, cuando Alba se obsesionaba con algo
no se lo podías sacar de la cabeza.
- ¿Adónde vas?- le pregunté siguiéndola.
- ¿Tu qué crees? A aprenderme las canciones, no querrás que
vaya y me quede callada.
- Aunque no te las supieras tu no podrías estar callada.
----------
En el fondo tenía razón no pintábamos nada en el concierto,
pero me daba igual, Álvaro me había invitado y además me moría de ganas de
volver a verlo, y le debía un frapuccino - pensé riéndome.
No hay comentarios:
Publicar un comentario