miércoles, 23 de mayo de 2012

Capitulo 20.


Tres meses después. Junio.
- ¿Has cogido las planchas?- Me preguntó Ari.
- Creo que si, pero Laia tiene en Madrid, no te estreses.
- Si me estreso, que sin planchas me queda un flequillo horroroso.
- Así irás a juego con Blas.- Solté.

Habían acabado las clases y nos dirigíamos a Madrid a pasar todo el verano. Durante esos tres meses que habían pasado, no habíamos vuelto a ver a los chicos, y yo apenas había hablado con Álvaro.

Lau, en cuanto se recuperó del todo, fue a vivir a Tarragona, donde estaban sus padres.
Carlos había bajado alguna que otra vez a Barcelona para pasar el día con Mónica, con quien había empezado una relación.

Y mi prima Laia, había roto con Dani, ya que no eran compatibles, y eran capaces de estar sin hablarse durante días por una pequeña discusión. Y, el motivo de peso, es que Laia, se dio cuenta de que su chico perfecto era David, con el que, hacia ya tres semanas que había empezado a salir.

- ¿Quieres quemar el timbre?- Grité a Mónica nada más abrir la puerta.
- Es que quiero llegar ya a Madrid y ver a mi Carlos. ¿Estáis?
- Ari, ¿ESTÁS?
- No, no puedo cerrar la maleta.- Gritó ella desde la habitación.
Corrimos hacia la habitación y allí vimos una graciosas pelea entre Ari y la maleta, donde desde luego, iba ganando la maleta.
- ¿Podéis dejar de reíros y ayudarme? Que no vamos a llegar.- Dijo subida encima de una maleta, que casi le doblaba en tamaño.
- ¿Te quieres dar prisa?- Grité cerrando la maleta de Ari.
- ¿Y tú porque estas tan alterada?- Preguntó Mónica.
- No estoy alterada, estoy emocionada.
- ¿Emocionada porque?- Preguntó Ari que ya había terminado con la maleta.- ¿Qué te emociona?
- Me emociona la simple idea de saber que voy a verle cada mañana, y cada mediodía, cada tarde, cada noche, cada hora.
- Alba, no sabía de la existencia de tu vena cursi.- Rió Ari.- Sabes que trabajan ¿No?
- Gracias aguafiestas.- Solté.- Es igual, el caso es que lo veré más de lo que le he visto en los últimos meses.
- Venga enamorada, que no llegamos.- Dijo Mónica.
Y salimos hacia el aeropuerto.

----------
Cogimos un taxi y fuimos corriendo al aeropuerto.

“Último aviso para los pasajeros del vuelo con destino a Madrid”
Dijeron por megafonía.

La última vez que escuché esa frase estaba con Blas. Casi no había tenido noticias suyas en tres meses. Por lo visto ya no se acordaba de la promesa que me hizo.

En cuanto aterrizamos y llegamos ya a la termina, Alba se volvió loca.
- ¿Se han puesto de acuerdo todos los morenos con barba, de traerse  a su amigo rubio al aeropuerto? Todos me recuerdan a Álvaro y Carlos.
- Alba, relájate.- Solté.- Tenemos que ir a por las maletas.
- Oh mierda. ¡Se me había olvidado!
Nos dirigimos hacia la cinta en busca del equipaje. Estuvimos media hora esperando, media hora que se hizo eterna debido a la impaciencia de Mónica y Alba.
- ¡Ya están ahí! ¡Por fin!- Chilló Mónica.
Cogimos las cosas y fuimos en busca de los chicos.
- Están allí.- Señaló Alba.- Ay, ay, ay, Álvaro va con camiseta blanca. Me puede cuando va así.
- A ti te puede siempre. No babees compórtate.
- ¡LAAAAIAAA!- Chilló antes  de que yo acabara la frase. Y salió corriendo.

Cuando Mónica y yo llegamos donde ellos, saludamos a los que Alba ya había saludado.
- ¿Y Dani y Blas?- Pregunté extrañada.
- No han querido y podido venir. Dijo David.
- Bueno, vamos para la calle, y cojamos un coche hacia mi casa. ¿Venís los tres?
- Si, ¿No?- Añadió Álvaro.
Y echamos a caminar.

----------
Álvaro y yo nos quedamos atrás del grupo.
- Hola…
- Hola Álvaro…- Le dije riendo.
- ¿Quieres que te ayude con las cosas?
- Eh, ¿Qué crees?, ¿Qué no puedo hacerlo sola?- Dije empezando a caminar.
- Vienes pisando fuerte.
- Álvaro…- Paré en seco, y el paró conmigo.
- Dime. Pero te advierto que ahora no te llevaré la maleta.
- Te e echado mucho de menos.

El sonrió y me abrazó.
- ¿Acabas de decirme algo bonito? ¿O solo me echas de menos porque nadie hace pasteles contigo?
- Oh, te odio.- Dije volviendo a andar.- ¿Quieres dejar ya los pasteles? Eres un rencoroso, que rápido que se te ha pegado de mí.
- Ya vuelves a ser tú.
- Ahora me llevas las maletas.- Dije lanzándole una.
- Pero ¿No podías tu sola?- Dijo mientras me la devolvía.
- ¿Y tu eras el vergonzoso?- Dije volviendo a lanzar la maleta.
- Y tu una salvaje.- Soltó, mientras agarraba la maleta.
- ¿Ya estáis discutiendo vosotros dos?- Dijo Carlos que había retrocedido sobre sus pasos.
- No, solo estamos hablando de lo feo que eres.- Dije.
- Justo de eso.- Me guiñó el ojo Álvaro.
- Que asco dais, mala gente.- Soltó mientras corría a por Mónica.

----------
Mónica, Carlos y yo encabezamos el grupo, mientras que Laia y David caminaban abrazados a pocos centímetros de nosotros. En cuanto a Alba y Álvaro, iban alejados de nosotros.
- Te he echado de menos, fea.- Dijo Carlos.
- Y yo a ti.- Contestó Mónica.- ¿Pero más que al chocolate?
- Al chocolate no lo he echado de monos, nunca me abandona.
Yo me limitaba a reír.
- Ari, a ti Blas también te ha echado de menos.- Soltó entonces.
No lo vi, pero noté como me ponía roja poco a poco.
- Ya, sus llamadas lo demuestran.- Dije rebosante de ironía.
- Como sois… ¡Que no te haya llamado no significa nada!- Gritó mientras se alejaba.

Pocos minutos después llegamos a la calle, subimos a dos taxis que pagamos entre todos y en pocos minutos, llegamos a casa de Laia, donde nos íbamos a quedar durante todo el verano las tres.
La casa era bastante pequeña, por lo que supuse que no sería fácil el verano.
- ¿Cuál es mi habitación?- Preguntó Alba.
- La de al lado del baño. Mónica y Ari tendrán que compartir la que hay allí a la derecha. No hay problema ¿No?
- ¡Ninguno!- Confesó Mónica.
- ¡No dormiremos en todo el verano!- Solté.
- Bueno, pues voy a dejar mis cosas.- Dijo Alba mientras cogía una maleta.
- ¿Puedo ayudarte?- Le guiñó un ojo Álvaro, mientras cogía la otra.
- Puedes, pero no te acostumbres.

----------
Álvaro y yo llegamos a la habitación y dejamos las maletas en la cama.
- Tengo que deshacerlas. ¿Me ayudas?
Álvaro estaba apoyado en la pared y me miraba sonriendo.
- Eh, ¡pasmarote!- Dije chasqueando los dedos mientras me acercaba él.- ¡Oye!- Reí mientras le golpeaba la cara cariñosamente.- Que si me…
No pude acabar la frase porque él me había agarrado del cuello, y sus labios se habían juntado con los míos. Puse sus manos en sus mejillas mientras él bajaba las suyas a mi cintura.
Nuestros labios se separaron tras unos minutos.
-Yo también te he echado de menos.- Dijo.
Sonreí y luego le abracé fuertemente.
- ¡AAAAALVAAAAROOO!- Chilló David desde fuera.

Me separé de él para dejarle paso, y él se asomó a la puerta.
-¿Qué quieres David?
- Tenemos que ir a casa de Dani, que tenemos que ir saliendo para la prueba de sonido de mañana.

Volvió a entrar y me besó en la mejilla.
- Me voy. Mañana buscaré un hueco para ti.
- Está bien don atareado. No me eches de menos.
- ¡Tu a mi si!
Salimos los dos hacia el corredor, donde nos despedimos todos.
- He llamado a Blas, he quedado con él pasado mañana… Pero mañana me pasaré por la firma.- Dijo Ari en cuanto los chicos se fueron.
- Yo no iré, ya me miraron mal las fans cuando fui la última vez. ¡No quiero que me linchen por ser la novia de su amado!- Dijo Laia.- Me iré de compras.
- Me voy contigo.- Dije yo sentándome en el sofá.
- ¿Voy a tener que ir sola a la firma? Mónica, tu vienes ¿no?- Le preguntó Ari.
- ¿Hacer ver que no tengo nada con Carlos y que solo soy una fan, mientras veo como miles de ellas le abrazan?- Dijo.- Vale, tampoco tengo nada mejor que hacer.
- ¿Y a ti que te pasa que sonríes tanto?- Me preguntó Ari.
- ¿A mi? Nada. ¿Qué me tendría que pasar? ¿Por qué Álvaro me tendría que haber besado y haberme dicho que me ha echado de menos? No entiendo vuestras paranoias.
- ¿Me lo estás contando en serio?- gritó Mónica.
- Para una vez que no bromeo…
- No me extraña prima. David me ha contado cosas, y a este hombre le has caído en gracia.
Me sonrojé.

- Chicas, ¡EMPIEZA EL VERANO!- Chillé.

El resto de la tarde-noche lo pasamos paseando por las calles de Madrid, que nos eran desconocidas, pero pronto dejarían de serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario